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| La calle lago de los cisnes se ha convertido en un río de aguas negras. |
Por: José Saldaña.
Los
veneros que aparecieron desde hace casi dos meses tras las torrenciales lluvias
registradas en Victoria han convertido en verdaderos ríos las calles de la
colonia Las Brisas y han destruido gran parte del pavimento.
Los
vecinos del sector dicen ya no soportar los fétidos olores que emanan del agua
que escurre por las vialidades y que se mezcla con el líquido de la red del
drenaje municipal, el cual brota de algunas alcantarillas.
El
problema más grave se presenta en la esquina de las calles Lago de los Cisnes y
Laguna Madre, la cual se encuentra totalmente inundada, por lo que los
habitantes del lugar han colocado cajones de madera para poder cruzar dicha
vialidad y no mojarse los zapatos con las aguas residuales.
“No
hay por donde cruzar la calle, esta todo lleno de agua y se pusieron estas
maderas como tipo puente para que no se mojen los niños y las mamás que pasan a
la escuela”, señaló don Jorge Sánchez, vecino de la Brisas.
Por
su parte María Pérez, dijo ya no aguantar más el problema que mantiene las
calles llenas de aguas, “mi hija tiene que llevar a mi nieta a la escuela
Bertha Castro que está frente al Tamul pero la calle esa es la más inundada,
tiene ya dos meses inundada y nadie hace nada”.
Explicó
que se ha dado aviso a la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado
(Comapa) pero hasta el momento la dependencia no ha hecho nada para desviar el
agua y evitar la inundación de las vialidades.
“Si
vinieron los de Comapa pero no hicieron nada, dijeron que iban a atender el
problema pero hasta el momento nada, ya va para un mes que vinieron”, expresó.
El
agua de los veneros que se mezcla con el drenaje ha provocado ya algunas
enfermedades entre los vecinos de la colonia las Brisas que piden la
intervención del sector salud.
“Ya
a algunos niños les han salido ronchas en la piel y a otros les ha dado
conjuntivitis por tanta agua que no deja de correr y pues muchos se mojan los
pies al cruzar las calles”, señaló la señora Laura Martínez quien habita frente
al Tamul de las Brisas.
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